13 de marzo de 2016

Taller de los sentidos

Aprovechando que estamos trabajando el proyecto de "Cocina y alimentos" se me ocurrió llevar a cabo con mis niños un taller de los sentidos, para que experimentasen con todos ellos el sabor, el color, el olor y la textura de los alimentos. La verdad es que la actividad resultó un éxito: los niños disfrutaron un montón y logré lo que quería, que conociesen cuales son los cinco sentidos: vista, oído, tacto, gusto y olfato y que experimentasen con todos ellos.
Preparé unas sillas con varios pañuelos atados a ellas para que los niños, en primer lugar, desataran el pañuelo y después se lo colocaran (con mi ayuda).


Para el tacto teníamos una naranja, un limón, un pepino, un coc y tres kiwis.


Para el olfato preparé café, chocolate y vinagre.


Para la vista teníamos un montón de gominolas de diferentes colores...


Para el oído pensé en golpear un coco, ya que el sonido que se produce es muy sorprendente...


Y para el gusto, el plato fuerte de este taller, teníamos galletitas saladas (salado), membrillo (dulce), limón (ácido) y pomelo (amargo).


Por equipos, fueron saliendo los niños para realizar la experimentación con los diferentes sentidos. Tenían que elegir uno de los papeles colocados en la mesa que decidía con qué sentido les tocaba experimentar. El equipo verde eligió la vista...


Nos contaron todos los colores que veían en las gominolas y después se comieron una cada uno. 

Después, nos dieron una a cada uno para que todos pudiéramos probarlas...






El equipo amarillo eligió el tacto...


Esta vez ya tocaba taparse los ojos, así que soltaron el pañuelo de la silla...y ¡¡¡a tocar!!!




Enseguida adivinaron lo que era, y eso que el pepino era quizá algo difícil para ellos pero también lo acertaron. ¡Son unos campeones!






Era el turno del equipo rojo y eligió el olfato...



El café y el chocolate pronto lo adivinaron, el vinagre les costó un poquito más, aunque se aproximaron muchísimo porque me dijeron que "olía a aceitunas y cebolletas" y claro, no les faltaba razón... 








Y al equipo azul le tocó el oído...



Una compañera empezó a hacer sonar el coco y ellos tenían que adivinarlo. Esto, como era de suponer, les resultó imposible de acertar, pero claro, era prácticamente imposible.



Así que se lo pusimos en las manos para ver si a través del tacto les resultaba más sencillo y así fue.






Y aprovechando que el equipo azul tenía los pañuelos puestos. comenzamos con el gusto. Ellos mismos eligieron el sabor ácido. Fue muy divertido ver sus caritas cuando lo probaron, aunque sorprendentemente algún niño comentó que le gustaba... Por supuesto, todos lo acertaron a la primera.







Y era el turno del equipo azul, que eligieron el salado y rápidamente acertaron que se trataba de galletitas saladas...








El equipo verde eligió el sabor amargo del pomelo...







A veces sus caras lo decían todo...jeje




Al equipo amarillo le tocó el dulce, que también era difícil. Como para muchos de los niños el membrillo era un alimento nuevo, que no conocían, decidimos probarlo todos. A algunos les gustó mucho y a otros nada...







Y, por último, y para endulzarnos un poco, comprobamos la diferencia entre frío y caliente con un rico chocolatito... Uno de ellos estaba calentito y el otro era batido de chocolate frío. ¡Cómo nos pusimos!